Para que podáis disfrutar durante más tiempo de vuestros cuchillos, hoy os mostraremos cómo afilar un cuchillo con la piedra.

Como es lógico, los cuchillos con el uso van perdiendo su poder de corte, el filo de los cuchillos se va desfilando y consecuentemente, cada vez cuesta más cortar con ellos.

Por ello, sois muchos los que nos preguntáis con frecuencia sobre este tema, sobre cómo afilar un cuchillo con la piedra.

Os vamos a dar las claves para que vosotros mismos aprendáis como afilar un cuchillo con la piedra, de este modo, podréis mantenerlos durante más tiempo sin tener que comprar nuevos.

Afiladores de cuchillo profesional

Os vamos a enseñar a afilar vuestros cuchillos, pero si lo que necesitáis es hacerlo de forma profesional lo mejor es acudir a una cuchillería experta como la nuestra.

En Cuchillería Teodormiro afilamos todo tipo de herramientas de corte y cuchillos.

Pero, si simplemente con una piedra de afilar tienes suficiente, entonces continúa leyendo.

Cómo afilar un cuchillo con la piedra

Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre la figura del afilador. Aquellos profesionales que iban por las calles ofreciendo su servicio y que hoy en día prácticamente ya no existen.

Lo normar en la actualidad es que la gente se decante por comprar cuchillos nuevos en vez de afilar los que tiene, motivo por el cual, el afilador ambulante, ha ido desapareciendo.

Pero lo cierto es que el afilado de los cuchillos, sobre todo si éstos son de gran calidad, sigue siendo necesario para que éstos instrumentos continúen haciendo su corte limpio y suave.

Existen multitud de afiladores cuchillos, para todos los gustos: chaira, afiladores automáticos, piedras…

Hoy nos centraremos en éste último, en cómo afilar un cuchillo con la piedra.

Piedra de afilar

Generalmente, las piedras de afilar tienen una doble función.

Por un lado, contienen una zona de grano más grueso (de 400) que ayuda a corregir las imperfecciones que van apareciendo en todos los cuchillos con el uso prolongado, al mismo tiempo que nos ayuda a recobrar el ángulo perdido de nuestro cuchillo.

Por otro lado, las piedras de afilar disponen de otro lado de grano fino (de 1000), siendo éste el que realmente afila las hojas.

Antes de proceder al afilado de nuestros cuchillos, debemos sumergir la piedra de afilar en agua durante aproximadamente 5 a 10 minutos. Sabremos que ésta está lista cuando deje de expulsar burbujas de aire.

Además, durante todo el proceso de afilado debemos mantener la piedra mojada.

Comencemos con el afilado de nuestros cuchillos

Ponemos el lado antideslizante de la piedra boca abajo, sobre la base de madera. No os extrañéis de que aparezca un líquido gris durante el afilado, éste no ayudará a mejorar el proceso del afilado.

Inclinación y ángulo

Para que nuestro afilado sea correcto tendremos que prestar especial atención a la inclinación y el ángulo del cuchillo respecto a la piedra para afilar.

Una vez que hayamos sacado la piedra del agua, la pondremos sobre una superficie estable.

Ahora, situaremos la hoja del cuchillo apoyada sobre la piedra formando un ángulo de 45 grados respecto al eje longitudinal de la piedra.

Comenzaremos usando la piedra de grano más grueso, la de 400, apoyando el filo sobre la piedra y levantando levemente la hoja, dejando un hueco en el que cabrían un par de monedas, formando un ángulo de unos 15 o 20 grados.

En esta posición, sostendremos el mango del cuchillo con firmeza con una mano, con la hoja mirando hacia nosotros, mientras que con la mano libre la colocaremos en la hoja, manteniéndola alejada del filo para no cortarnos.

Mantendremos este ángulo y, ejerciendo presión sobre la piedra, frotaremos longitudinalmente el filo del cuchillo a lo largo de la piedra en un intervalo de 20 o 30 pasadas sobre la piedra en ambos sentidos, ejerciendo un poco de presión.

Sabremos que estamos afilando nuestro cuchillo correctamente cuando veamos que en el filo una rebaba. En el caso de no apreciarla a simple vista, puedes tocarla suavemente con la yema de los dedos, notarás como un tacto rasposo.

Os aconsejamos que dividáis el cuchillo en tres tercios, y realicéis las 20 o 30 pasadas sobre la piedra en cada tercio del cuchillo. Así os garantizaréis que todo el filo del cuchillo quede correctamente afilado.

Una vez afilado un lado, le daremos la vuelta al cuchillo, volviendo a repetir el proceso por el otro lado del filo.

Para eliminar la rebaba haremos otras 10 pasadas por la piedra. En este caso, trazaremos una curva desde la parte superior izquierda a la inferior derecha, por toda la piedra de afilar.

Finalizado este proceso, meteremos el cuchillo bajo el agua, eliminando todo residuos que pudiera tener y secamos con un trapo.

Ahora es el momento de pasar a la segunda piedra, la de 1000, con la que repetiremos el proceso para obtener el máximo afilado del cuchillo.

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